Ureteroscopia

¿Qué es la ureteroscopia?

La ureteroscopia es un procedimiento médico utilizado para diagnosticar y tratar problemas en el tracto urinario superior, específicamente en los uréteres y la pelvis renal. El uréter es el conducto que transporta la orina desde los riñones hacia la vejiga.

Durante la ureteroscopia, se utiliza un instrumento llamado ureteroscopio, que es un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en el extremo. El ureteroscopio se introduce a través de la uretra y se avanza hacia los uréteres para visualizar el interior de estos conductos y la pelvis renal.

ureteroscopia
La ureteroscopia se realiza para tratar cálculos ureterales.
 

Existen dos tipos principales de ureteroscopia:

  • Ureteroscopia rígida: se utiliza un ureteroscopio rígido para acceder al tracto urinario. Este tipo de ureteroscopia se realiza generalmente bajo anestesia general y se utiliza en casos más complejos o cuando se requiere intervención quirúrgica.
  • Ureteroscopia flexible: se utiliza un ureteroscopio flexible para acceder al tracto urinario. Este tipo de ureteroscopia se puede realizar bajo anestesia general o sedación y se utiliza principalmente para fines diagnósticos o para realizar procedimientos menos invasivos, como la extracción de cálculos renales o la colocación de stents ureterales.

 

¿Por qué se realiza?

La ureteroscopia se realiza por varias razones, entre las cuales se incluyen:

  • Diagnóstico: la ureteroscopia permite visualizar el tracto urinario superior, incluyendo los uréteres y la pelvis renal, y obtener imágenes en tiempo real del tejido y las estructuras internas. Esto es útil para diagnosticar y evaluar diversas condiciones, como cálculos renales, tumores, estenosis ureteral, anomalías congénitas o infecciones recurrentes.
  • Tratamiento de cálculos renales: los cálculos renales son depósitos sólidos formados por sustancias presentes en la orina. Cuando los cálculos se localizan en los uréteres o en la pelvis renal, la ureteroscopia puede utilizarse para fragmentar y eliminar los cálculos mediante técnicas como la litotricia láser o la extracción directa con instrumentos especializados.
  • Tratamiento de estenosis ureteral: la estenosis ureteral es un estrechamiento anormal de los uréteres, lo que puede causar obstrucción del flujo de orina desde los riñones hacia la vejiga. La ureteroscopia puede utilizarse para dilatar o abrir la zona estrecha mediante técnicas de dilatación ureteral, ayudando a restablecer el flujo normal de orina.
  • Biopsia y tratamiento de tumores: permite tomar muestras de tejido (biopsia) de los uréteres o la pelvis renal para su análisis en el laboratorio y determinar si existe la presencia de tumores o lesiones malignas. Además, se pueden realizar tratamientos endoscópicos, como la resección o ablación de tumores, utilizando instrumentos específicos a través del ureteroscopio.
  • Colocación de stents ureterales: en algunos casos, como la presencia de obstrucciones recurrentes, estrechamientos crónicos o durante el postoperatorio de ciertas intervenciones, se puede utilizar la ureteroscopia para colocar un tubo delgado llamado stent ureteral en el uréter. El stent actúa como una especie de puente para mantener el flujo de orina y prevenir la obstrucción.

    En resumen, la ureteroscopia se realiza con fines diagnósticos y terapéuticos, permitiendo la visualización directa y el tratamiento de diversas condiciones que afectan el tracto urinario superior. El médico determinará la necesidad y la indicación específica de este procedimiento en función de la condición del paciente y los objetivos clínicos.

 

¿En qué consiste?

La ureteroscopia es un procedimiento médico utilizado para diagnosticar y tratar diversas afecciones del tracto urinario, específicamente en los uréteres y la vejiga.

Consiste en la introducción de un instrumento delgado y flexible llamado ureteroscopio a través de la uretra, permitiendo al médico visualizar el interior de los uréteres y, en algunos casos, la vejiga.

El ureteroscopio está equipado con una luz y una cámara en su extremo, lo que proporciona imágenes en tiempo real de la uretra y los uréteres en un monitor. Además de la visualización, el ureteroscopio también puede tener canales de trabajo a través de los cuales se pueden introducir pequeños instrumentos quirúrgicos, como pinzas o láseres, para realizar procedimientos terapéuticos.

Durante la ureteroscopia, el médico puede realizar diversas intervenciones, como la extracción de cálculos renales o ureterales, la eliminación de tejido tumoral o el tratamiento de estrechamientos o lesiones en el tracto urinario.

Dependiendo de la naturaleza del procedimiento y la condición del paciente, la ureteroscopia puede realizarse bajo anestesia general o local.

En general, la ureteroscopia es considerada una técnica mínimamente invasiva y segura, con tiempos de recuperación más rápidos en comparación con la cirugía abierta. Sin embargo, es importante que sea realizada por personal médico especializado y se sigan las recomendaciones postoperatorias para obtener los mejores resultados.

 

Preparación para la ureteroscopia

Antes de someterse a una ureteroscopia es importante seguir las instrucciones proporcionadas por el médico para una preparación adecuada.

Aquí hay algunas pautas generales que se suelen seguir:

  1. Consulta preoperatoria: se programará una consulta con el médico antes del procedimiento para discutir los detalles, revisar el historial médico y realizar cualquier examen o análisis adicionales necesarios.
  2. Informar al médico: es crucial informar al médico sobre cualquier medicamento que se esté tomando, incluyendo medicamentos recetados, de venta libre y suplementos. Algunos medicamentos pueden interferir con el procedimiento, por lo que es posible que sea necesario ajustar o suspender temporalmente su uso.
  3. Ayuno: por lo general, se requerirá ayuno antes de la ureteroscopia para asegurar que el tracto digestivo esté vacío. El médico proporcionará instrucciones específicas sobre cuánto tiempo se debe ayunar antes del procedimiento.
  4. Medicación y alergias: se debe informar al médico sobre cualquier alergia conocida, especialmente a medicamentos o materiales utilizados en procedimientos médicos anteriores.
  5. Preparación intestinal: en algunos casos, puede ser necesario realizar una limpieza intestinal antes de la ureteroscopia. Esto implica tomar un laxante u otro tipo de preparación para vaciar los intestinos y asegurar una visualización clara durante el procedimiento. El médico proporcionará las instrucciones detalladas y el cronograma para esta preparación.
  6. Planificación de transporte y acompañante: debido a la anestesia o sedación utilizada durante la ureteroscopia, se requerirá que alguien transporte al paciente de regreso a casa después del procedimiento.

    Es importante organizar un medio de transporte y, si es posible, tener a alguien que acompañe al paciente durante el proceso.
    Es fundamental seguir todas las instrucciones proporcionadas por el médico para asegurar una preparación adecuada y un procedimiento exitoso. Cada caso puede variar, por lo que es importante comunicarse directamente con el médico para obtener información específica y aclarar cualquier duda antes de la ureteroscopia.

 

Recuperación postoperatoria

La recuperación postoperatoria de una ureteroscopia puede variar dependiendo de la naturaleza del procedimiento y las necesidades individuales del paciente. Aquí hay algunas consideraciones generales sobre la recuperación:

  • Permanencia en el hospital: en algunos casos, la ureteroscopia se realiza de forma ambulatoria, lo que significa que el paciente puede irse a casa el mismo día del procedimiento. En otros casos, especialmente si se ha requerido anestesia general, puede ser necesario pasar una noche en el hospital para una observación más detallada.
  • Dolor y molestias: es normal experimentar cierto grado de dolor o molestias después de la ureteroscopia. El médico puede recetar medicamentos para el dolor, como analgésicos, para ayudar a controlar el malestar. Es importante seguir las instrucciones del médico sobre cómo tomar los medicamentos y reportar cualquier dolor intenso o persistente.
  • Actividad física: se recomienda descansar y limitar la actividad física durante los primeros días después del procedimiento. El tiempo de recuperación puede variar, pero en general, se espera que la mayoría de las personas puedan reanudar sus actividades normales en una semana o dos. Sin embargo, es importante seguir las indicaciones del médico en cuanto a cuándo y cómo reintroducir gradualmente la actividad física.
  • Alimentación e hidratación: es importante mantenerse bien hidratado después de la ureteroscopia. Beber abundante agua y otros líquidos recomendados por el médico puede ayudar a prevenir la deshidratación y promover una recuperación más rápida. Además, seguir una dieta equilibrada y saludable puede favorecer la cicatrización y el bienestar general.
  • Seguimiento médico: es probable que se programen citas de seguimiento con el médico para evaluar el progreso de la recuperación. Durante estas visitas, se pueden realizar exámenes de seguimiento y discutir cualquier inquietud o síntoma persistente.

    Es fundamental seguir las indicaciones específicas del médico para una recuperación exitosa. Si se experimenta fiebre, sangrado excesivo, dificultad para orinar, dolor intenso o cualquier otro síntoma preocupante, es importante comunicarse de inmediato con el médico.

    Cada caso es único, por lo que es esencial mantener una comunicación abierta con el equipo médico y hacer todas las preguntas necesarias para comprender y seguir el plan de recuperación adecuadamente.